I was traveling recently and watched as a wife led her blind husband onto the plane by her arm. She lovingly helped him into his seat and made sure he was comfortable. She placed their bags above in the bin and then sat next to him. They were ready for the flight. As I sat in my seat just a few rows away, I wondered what he would do if she ever left his side.
Sometimes those we love in our life can be blind, and we need to be their eyes. They aren’t physically blind, but they are unable to see the truth about their life, situation, or needs. We need to lend them our sight and insight, or they will remain in their world of darkness.
Jesus asked his disciples, “Can a blind person guide a blind person?” If we aren’t actively working to be sure that we can see clearly, what will we be able to offer someone we care about when they come to us with their blindness? Can you lead someone to Christ if you aren’t living a life with him yourself? Can you share with another truth if you aren’t concerned with knowing the truth yourself?
Life is not always easy. Without faith, hope, and love, the road can be too hard to travel. We are not created to be alone. Instead, we are created to be traveling companions. However, the blind cannot lead the blind. May the Light of Christ dispel your darkness and give you sight so that when the call comes, you might lend an arm to lead the blind.
-Tracy Earl Welliver, MTS
LA CORRESPONSABILIDAD DIARIA
Hace poco viajé y vi como una esposa guiaba por el brazo a su esposo invidente al avión. Ella lo ayudó a sentarse con amor y se aseguró de que estuviera cómodo. Ella colocó sus maletas en el compartimento de arriba y luego se sentó a su lado. Estaban listos para el vuelo. Mientras me sentaba en mi asiento a unas pocas filas de distancia, me pregunté qué haría él si ella alguna vez se apartara de él.
A veces, esos que amamos en nuestra vida pueden ser ciegos, y nosotros necesitamos ser sus ojos. No están físicamente ciegos, pero no pueden ver la verdad sobre su vida, situación o necesidades. Necesitamos prestarles nuestra vista y visión, o permanecerán en su mundo de oscuridad.
Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Podrá un ciego guiar a otro ciego?” Si no estamos trabajando activamente para asegurarnos de que podamos ver claramente, ¿qué podremos ofrecer a alguien que nos importa cuando vengan con nosotros con su ceguera? ¿Puedes guiar ha alguien hacia Cristo si no estás viviendo tu mismo una vida con Él? ¿Puedes compartir con alguien mas la verdad si no te interesa conocer la verdad por ti mismo?
la vida no es siempre fácil. Sin fe, esperanza y amor, el camino puede ser muy difícil de recorrer. No estamos creados para estar solos. En cambio, estamos creados para ser compañeros de viaje. Sin embargo, los ciegos no pueden guiar a los ciegos. Que la Luz de Cristo disuelva tu oscuridad y te dé la vista para que cuando llegue el llamado, puedas prestar un brazo para guiar a los ciegos.
-Tracy Earl Welliver, MTS