Afraid, Yet Never Alone
I did not end up being the great parent I had hoped I would be. I am not saying I was bad, but I was not the cool dad who did all things right and led my children by the example of my endlessly good actions. I messed up a bunch. Sometimes I was afraid. I was afraid of decisions I had to make and the possible repercussions. At times, I was afraid that I was not strong enough to lead my family. The fear occasionally led me toward inaction or eventual mistakes. The only thing that got me through the tough times and allowed me to see it was okay was Jesus. Without Jesus, I would never have been half of the father and husband I have been through the years.
When we try to tackle life alone, we can find ourselves in a very lonely position. Just like Jesus’ parents, we need God to assist us and provide us with the strength for what lies ahead. Joseph needed God to be with him as he took Mary as his wife and became a father. Every parent needs God to become more than they can be on their own.
How do you treat those who you love? Who is there to help you when a relationship faces an obstacle? We are called to love others as our Father in heaven loves us. That is really an unreachable goal. Yet with God, all things are possible. As this Advent ends, may your Christmas be about more than presents and decorations. May the most profound gifts you give and receive be that of each other, and may your lives be decorated with the fruits of that love.
— Tracy Earl Welliver, MTS
©LPi
LA ORRESPONSABILIDAD DIARIA ~ RECONOCE A DIOS EN TUS MOMENTOS ORDINARIOS
Temeroso, pero nunca solo
No terminé siendo el gran padre que esperaba que fuera. No digo que fui malo, pero no fui el padre genial que hizo todo bien y guie a mis hijos con el ejemplo de mis acciones infinitamente buenas. Me equivoqué un montón. A veces tenía miedo. Tenía miedo de las decisiones que tenía que tomar y las posibles repercusiones. A veces, temía no ser lo suficientemente fuerte como para dirigir a mi familia. El miedo, ocasionalmente, me llevó a la inacción o eventuales errores. Lo único que me ayudó a superar los tiempos difíciles y me permitió ver que todo estaba bien fue Jesús. Sin Jesús, nunca hubiera sido la mitad del padre y esposo que he sido a través de los años.
Cuando tratamos de enfrentarnos a la vida solos, podemos encontrarnos en una posición muy solitaria. Al igual que los padres de Jesús, necesitamos que Dios nos ayude y nos brinde la fuerza para lo que nos espera. José necesitaba que Dios estuviera con él cuando tomó a María como su esposa y se convirtió en padre. Cada padre necesita a Dios para poder ser mas de lo que puede por sí solo.
¿Cómo tratas a los que amas? ¿Quién está allí para ayudarte cuando una relación enfrenta un obstáculo? Estamos llamados a amar a los demás como nuestro Padre que está en los cielos nos ama. Esa es realmente una meta inalcanzable. Sin embargo, con Dios, todas las cosas son posibles. A medida que se termina el Adviento, que tu Navidad sea más que regalos y decoraciones. Que los regalos más profundos que den y reciban sean los unos a los otros, y que sus vidas estén decoradas con los frutos de ese amor.
—Tracy Earl Welliver, MTS
©LPi