Mean What You Say
Missouri is known as the “Show Me” state. There seem to be differing points of view as to how this motto came into existence, but today it is said to speak of a people who operate with common sense and are not easily fooled by slick-talking or show. We would be prudent to adopt such a disposition ourselves. To be this way is not really like St. Thomas in the Gospel when he doubts what he clearly sees right in front of him. It is more about holding ourselves to a standard explained in another motto: “Say what you mean and mean what you say.”
If we claim to be Christians, disciples of the risen Jesus, then those around us should be able to tell by our actions. Can someone truly be a disciple of Jesus and not be a good steward of all he has given? Jesus makes himself known to us continually in the Holy Eucharist. When we come together to break bread at Mass, Jesus shows us his love by becoming truly present to us. He is willing to show us. What are we in turn willing to show him?
Every day, Jesus calls us to respond in some way. Our response shows whether we are who we claim: his disciples. I am pretty sure Jesus is not from Missouri, but I know he is not fooled by our half-truths and misguided intentions. He also means what he says and says what he means. Shouldn’t his disciples do the same?
—Tracy Earl Welliver, MTS
©LPi
LA CORRESPONSABILIDAD DIARIA ~ RECONOCER A DIOS EN LOS MOMENTOS ORDINARIOS
Practica lo que Predicas
Missouri es conocido como el estado “Muéstrame.” Parece haber diferentes puntos de vista en cuanto a cómo surgió este lema, pero hoy en día se dice que habla de personas que operan con sentido común y que no se dejan engañar fácilmente por la palabrería o la charlatanería. Seríamos prudentes al adoptar tal disposición nosotros mismos. Ser así no es realmente como Santo Tomás en el Evangelio cuando duda de lo que ve claramente frente a él. Se trata más de mantenernos a un estándar explicado en otro lema: “Di lo que quieres decir y practica lo que predicas.”
Si afirmamos ser cristianos, discípulos de Jesús resucitado, entonces quienes nos rodean deberían poder notarlo por nuestras acciones. ¿Puede alguien ser verdaderamente un discípulo de Jesús y no ser un buen corresponsable de todo lo que nos ha dado? Jesús se da a conocer continuamente en la Sagrada Eucaristía. Cuando nos unimos para partir el pan en la misa, Jesús nos muestra su amor al estar realmente presente para nosotros. Él está dispuesto a mostrarnos. ¿Qué estamos dispuestos a mostrarle nosotros a cambio?
Todos los días, Jesús nos llama a responder de alguna manera. Nuestra respuesta muestra si somos quienes decimos ser: sus discípulos. Estoy bastante seguro de que Jesús no es de Missouri, pero sé que no se deja engañar por nuestras medias verdades e intenciones equivocadas. También dice lo que quiere decir y practica lo que predica. ¿No deberían sus discípulos hacer lo mismo?
—Tracy Earl Welliver, MTS
©LPi