Come to the feast! God calls us to participate in the banquet of life, a banquet that can fill and satisfy us like no other. It is a spiritual feast where we kind find inner refreshment and satisfy the thirst and hunger of our souls. Do you want to come? Every human being receives an invitation; no one is excluded. There is no charge and an abundant table is set. Some will blatantly refuse. They see no merit in attending and feel that they can fill their needs in other ways. Others will simply ignore the invitation. Maybe they are too consumed with other matters they feel are more important at the time. Still others may even get angry and feel deep resentment for even being asked, resorting to acts of violence in protest of the very presence of the feast. In spite of this, many will also come. They will be the good and the bad, the lost and the lonely, and the ones who understand. They know love when they see it. When they go to the feast, they will rejoice and be glad as they will have found the God for whom they looked!
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VIVIR LA LITURGIA ~ INSPIRACIÓN DE LA SEMANA
¡Ven al banquete! Dios nos llama a participar en el banquete de la vida, un banquete que puede llenarnos y satisfacernos como ningún otro. Es una fiesta espiritual donde podemos encontrar frescura interior y satisfacer la sed y el hambre de nuestras almas. ¿Quieres venir? Todo ser humano recibe una invitación; Nadie está excluido. No tiene costo y se pone una mesa abundante. Algunos se negarán abiertamente. No ven ningún mérito en asistir y sienten que pueden satisfacer sus necesidades de otras maneras. Otros simplemente ignorarán la invitación. Tal vez están demasiado consumidos con otros asuntos que consideran más importantes en ese momento. Otros incluso pueden enojarse y sentir un profundo resentimiento por haber sido invitados, recurriendo a actos de violencia en protesta por la presencia del banquete. A pesar de esto, muchos también vendrán. Serán los buenos y los malos, los perdidos y los solitarios, y los que entiendan. Conocen el amor cuando lo ven. ¡Cuando vayan al banquete, se regocijarán y se alegrarán de haber encontrado al Dios a quien buscaban!
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