Prepare the way of the Lord! The message of John the Baptist becomes the calling of every baptized disciple of Jesus Christ. Each one of us is asked to prepare the way of the Lord. Given the humble means of our lives, how can we do this? It certainly does not require that we stand on street corners announcing God’s future coming! We can more readily take up the task of our lifework by clearing our lives of unnecessary, distracting clutter. By creating solid and deep spiritual lives, we can heighten our awareness of God’s presence and help people point to and discover God’s presence around them. By conducting ourselves in holiness and devotion, we can speak volumes to those we meet. Not by preaching actual words, but by living lives that communicate the comfort God wants His people to know. As the world sometimes frantically unfolds around us, we can be people of patience who show others that it’s okay to wait for God’s gift to come. Conducting our lives in this manner, we will know the peace that comes from doing what we have been asked to do.
©LPi
VIVIR LA LITURGIA ~ INSPIRACIÓN DE LA SEMANA (Live the Liturgy)
¡Prepara el camino del Señor! El mensaje de Juan el Bautista se convierte en el llamado de cada discípulo bautizado de Jesucristo. A cada uno de nosotros se nos pide que preparemos el camino del Señor. Dados los medios humildes de nuestras vidas, ¿cómo podemos hacer esto? ¡Ciertamente no requiere que estemos en las esquinas anunciando la venida futura de Dios! Podemos asumir más fácilmente la tarea de nuestro trabajo vital limpiando nuestras vidas de desorden innecesario y distractor. Al crear vidas espirituales sólidas y profundas, podemos aumentar nuestra sensibilización a la presencia de Dios y ayudar a las personas a señalar y descubrir la presencia de Dios a su alrededor. Conduciéndonos en santidad y devoción, podemos hablar mucho a quienes nos encontramos. No predicando con palabras, sino viviendo vidas que comuniquen el consuelo que Dios quiere que su pueblo conozca. A medida que el mundo a veces se desarrolla frenéticamente a nuestro alrededor, podemos ser personas de paciencia que les demuestren a los demás que está bien esperar que llegue el regalo de Dios. Conduciendo nuestras vidas de esta manera, conoceremos la paz que viene de hacer lo que se nos ha pedido que hagamos.
©LPi