Live the Liturgy ~ Inspiration for the Week

February 27, 2021

How is your Lent going so far? In changing the circumstances and order of our lives a bit, perhaps we can hear God’s voice more clearly and drink more deeply of graced moments we experience. Having God as a friend always involves several things. First, there is God’s call. We become attuned to the echo of God’s voice in the depth of our souls calling and beckoning us to listen. Second, there is a request. We begin to see that God asks us to do certain things, to order our lives a particular way, and become more intentional in the choices we make. Third, there is trust. Do we trust this call and request? Trust commits us to the relationship and makes a claim on who we are. Finally, we are asked to act. We find ourselves acting, not in the way we used to, but in a transformed, more enlightened way. Things seem clearer and all that is around us shines with the brilliance of God’s presence. God’s call came through a cloud, “This is my beloved Son. Listen to him,” This is the call and the request. Can we give God our trust and do as God asks?

©LPi

VIVIR LA LITURGIA ~ INSPIRACIÓN DE LA SEMANA (Live the Liturgy)

¿Cómo va tu Cuaresma hasta ahora? Al cambiar un poco las circunstancias y el orden de nuestras vidas, quizás podamos escuchar la voz de Dios con más claridad y beber más profundamente los momentos de gracia que experimentamos. Tener a Dios como amigo siempre implica varias cosas. Primero, está el llamado de Dios. Nos sintonizamos con el eco de la voz de Dios en la profundidad de nuestras almas llamándonos e invitándonos a escuchar. En segundo lugar, hay una solicitud. Comenzamos a ver que Dios nos pide que hagamos ciertas cosas, que ordenemos nuestras vidas de una manera particular y que seamos más intencionales en las elecciones que hacemos. En tercer lugar, está la confianza. ¿Confiamos en esta llamada y solicitud? La confianza nos compromete con la relación y reclama quiénes somos. Finalmente, se nos pide que actuemos. Nos encontramos actuando, no como solíamos hacerlo, sino de una manera transformada y más iluminada. Las cosas parecen más claras y todo lo que nos rodea brilla con el resplandor de la presencia de Dios. El llamado de Dios vino a través de una nube: “Este es mi Hijo amado. Escúchenlo,” Este es el llamado y la solicitud. ¿Podemos darle a Dios nuestra confianza y hacer lo que Dios pide?

©LPi