Live the Liturgy ~ Inspiration for the Week

March 6, 2021

With our world in such constant turmoil and conflict, it makes such good sense to return to the simple directives given in the Ten Commandments. God’s unassuming guidelines provide the perfect recipe for ordering our relationships with God, others, and even ourselves. But yet, we are so quick to glance beyond them and even remove them from public view because we foolishly believe we can create something better. Arrogance runs far deeper in the members of our society than we can ever imagine. Lent is a perfect time to call ourselves back to our foundations and the basic relationships that comprise our lives. It is also a time to remember that Jesus is the true sign of God’s presence. Everything he says and does, including his suffering and death, is a sign of the God who sent him. The anger we witness when Jesus exhorts those in the temple to stop making his Father’s house a marketplace can equally be seen in his anger and frustration over humanity’s constant mission to turn God’s creation into a secular world. We have a lot of work to do for sure.

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VIVIR LA LITURGIA ~ INSPIRACIÓN DE LA SEMANA (Live the Liturgy)

Con nuestro mundo en constante tumulto y conflicto, tiene mucho sentido volver a las sencillas instrucciones dadas en los Diez Mandamientos. Las pautas sencillas de Dios proporcionan la receta perfecta para ordenar nuestras relaciones con Dios, los demás e incluso con nosotros mismos. Pero, sin embargo, nos apresuramos a mirar más allá de ellas e incluso las quitamos de la vista del público porque creemos tontamente que podemos crear algo mejor. La arrogancia es mucho más profunda en los miembros de nuestra sociedad de lo que podamos imaginar. La Cuaresma es un momento perfecto para recuperar nuestros cimientos y las relaciones básicas que componen nuestra vida. También es un momento para recordar que Jesús es el verdadero signo de la presencia de Dios. Todo lo que dice y hace, incluyendo su sufrimiento y muerte, es una señal del Dios que lo envió. La ira que presenciamos cuando Jesús exhorta a los que están en el templo a que dejen de hacer de la casa de su Padre un mercado se puede ver igualmente en su ira y frustración por la misión constante de la humanidad de convertir la creación de Dios en un mundo secular. Definitivamente, tenemos mucho trabajo por hacer.

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