Live the Liturgy ~ Inspiration for the Week

May 29, 2021

The immensity, scope, intimacy, and pervasiveness of God’s presence is too intense for the human mind.
We often limit God by our expectations of Him and have a hard time just letting God be God. Some people all too easily lose faith because God does not meet their expectations. Worse still, the idea of faith is rejected altogether by others because of polarities and experiences they have that don’t square with who they need God to be. The Holy Trinity is one of those teachings that is best encountered rather than dissected. It is only through being present with the Trinity that we can experience both the immensity and otherness of God’s presence as well as the intimacy of the God who wants us to call Him “dad.” We feel the loving guidance of a God who wants to take us from fear and give us confidence. Our God of yesterday, today, and tomorrow is a God of all ages whose three-fold Presence invades all senses, seasons, and times. God, who is Father, Son, and Holy Spirit, is much more than any of our expectations if we simply let God be who God is.

©LPi

VIVIR LA LITURGIA ~ INSPIRACIÓN DE LA SEMANA (Live the Liturgy)

La inmensidad, el alcance, la intimidad y la omnipresencia de la presencia de Dios es demasiado intensa para la mente humana. A menudo limitamos a Dios por nuestras expectativas de Él y nos resulta difícil dejar que Dios sea Dios. Algunas personas pierden la fe con demasiada facilidad porque Dios no cumple con sus expectativas. Peor aún, otros rechazan por completo la idea de la fe debido a las polaridades y las experiencias que tienen que no cuadran con lo que necesitan que Dios sea. La Santísima Trinidad es una de esas enseñanzas que se encuentra en lugar de ser diseccionada. Solo estando presentes con la Trinidad podemos experimentar tanto la inmensidad y la alteridad de la presencia de Dios tanto como la intimidad del Dios que quiere que lo llamemos “papá”. Sentimos la guía amorosa de un Dios que quiere sacarnos del miedo y darnos confianza. Nuestro Dios de ayer, de hoy y de mañana es un Dios de todas las edades cuya triple Presencia invade todos los sentidos, las estaciones y los tiempos. Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, es mucho más que cualquiera de nuestras expectativas si simplemente dejamos que Dios sea quien Dios es.

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