Families can be challenging. As much as they can be places of love, growth, and life, they can also be places of hurt, conflict, and despair. What has been your experience of family? There is no way around it: being human requires family life. We have to learn how to celebrate and embrace as well as forgive and understand. Virtue is required. St. Paul asks us to “put on heartfelt compassion, kindness, humility, gentleness, and patience.” We are asked to bear with one another and forgive one another. These are tall orders for anyone, but they are not impossible achievements. If we keep our eyes on Jesus and trust in God as the Holy Family did, St. Paul’s vision is obtainable. Our families can take on a sacramental character and become places where God’s love is revealed.
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VIVIR LA LITURGIA ~ INSPIRACIÓN DE LA SEMANA
Las familias pueden ser desafiantes. Por mucho que puedan ser lugares de amor, crecimiento y vida, también pueden ser lugares de dolor, conflicto y desesperación. ¿Cuál ha sido tu experiencia familiar? No hay forma de evitarlo: ser humano requiere vida familiar. Tenemos que aprender a celebrar y abrazar, así como a perdonar y comprender. Se requiere virtud. San Pablo nos pide: “Pónganse, pues…la compasión tierna, la bondad, la humildad, la mansedumbre, la paciencia.” Se nos pide que nos soportemos y nos perdonemos mutuamente. Estas son órdenes difíciles para cualquiera, pero no son logros imposibles. Si mantenemos nuestros ojos en Jesús y confiamos en Dios como lo hizo la Sagrada Familia, la visión de San Pablo se puede obtener. Nuestras familias pueden asumir un carácter sacramental y convertirse en lugares donde se revela el amor de Dios.
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