EVERYDAY STEWARDSHIP – RECOGNIZE GOD IN YOUR ORDINARY MOMENTS

May 14, 2022

Loving as New Creations

“There’s something different about you.”

Think about the times in your life when this has been said to you. Maybe it was after someone complimented you on a job well done, and you realized that you were walking through life with a little more confidence. Maybe it was after meeting someone special, as you carried the glow of that relationship wherever you went. Chances are, if someone has noticed something different about you, it’s because, inwardly, you’ve been changed by the loving or respectful actions of another person.

Love, you see, can make us into new creations. From the love of God flows the grace to tackle any challenge, including the biggest challenge of all: loving each other well. Christ knows what a big request this is. He was human, too. He came and lived among us. He knew intimately what it was to love people in the chaos of their own flaws. He knew what he was asking of us when he said, “As I have loved you, so you should also love one another.”

In essence, this is the call to stewardship: loving as Christ loves, amidst the messiness of everyday reality. Loving with accountability, challenging ourselves and our brothers and sisters to be faithful even when it is hard. Loving with an unflinching sense of hospitality that welcomes even those we do not agree with or understand. Loving with gratitude, giving thanks for the great variety of ways that Christ can make himself known to us through others.  

It isn’t easy — we all know that. But if we ask God for the grace to remain steadfast in this greatest commandment, we will be given what we need to live as new creations.

— Tracy Earl Welliver, MTS ©LPi

LA CORRESPONSABILIDAD DIARIA – RECONOCER A DIOS EN LOS MOMENTOS ORDINARIOS (Everyday Stewardship)

Amar como nuevas creaciones

“Hay algo diferente en ti.”

Piensa en los momentos de tu vida en los que se te ha dicho esto. Tal vez fue después de que alguien te felicitó por un trabajo bien hecho y te diste cuenta de que caminabas por la vida con un poco más de confianza. Tal vez fue después de conocer a alguien especial, ya que llevabas el brillo de esa relación dondequiera que ibas. Lo más probable es que, si alguien ha notado algo diferente en ti, es porque, interiormente, has sido cambiado por las acciones amorosas o respetuosas de otra persona.

El amor, como ves, puede convertirnos en nuevas creaciones. Del amor de Dios fluye la gracia para afrontar cualquier desafío, incluyendo el mayor de todos: amarnos bien los unos a los otros. Cristo sabe qué esta es una gran petición. Él también era humano.  Él vino y vivió entre nosotros. Sabía íntimamente lo que era amar a las personas en el caos de sus propios defectos. Él sabía lo que nos estaba pidiendo cuando dijo: “Como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros.”

En esencia, este es el llamado a la corresponsabilidad: amar como ama Cristo, en medio del desorden de la realidad cotidiana. Amar con responsabilidad, desafiarnos a nosotros mismos y a nuestros hermanos y hermanas a ser fieles incluso cuando sea difícil. Amar con un sentido inquebrantable de hospitalidad que da la bienvenida incluso a aquellos con los que no estamos de acuerdo o no entendemos. Amar con gratitud, dar gracias por la gran variedad de formas en que Cristo puede darse a conocer a nosotros a través de otros.

No es fácil, todos lo sabemos. Pero si le pedimos a Dios la gracia de permanecer firmes en este gran mandamiento, se nos dará lo que necesitamos para vivir como nuevas creaciones.

— Tracy Earl Welliver, MTS ©LPi